El ocio y la diversión son muy importantes en nuestras vidas, no solo por la diversión, también ayuda a que eliminemos estrés. Del mismo modo, jugar y disfrutar de buenos momentos juntos, genera el mismo beneficio para nuestro doberman. Además, si incorporamos nuevos juegos, ayudaremos a un correcto desarrollo de su personalidad e inteligencia.
Son muchos los beneficios del juego para los dobermans. Básicamente tenemos que destacar cinco de ellos:
- Ejercicio y salud física: el juego ayuda a nuestro doberman a mantenerse en buena forma, estar activo, combatir el sobrepeso y promover un buen estado de salud en general.
- Salud mental: si utilizamos juegos con reglas fomentamos que utilicen su cerebro y trabajen su mente. Es una buena forma de cimentar un carácter equilibrado en nuestra mascota.
- Socialización: cuando nuestro doberman juega con otros perros y otras personas ayuda a mejorar sus habilidades sociales en general. Aprenderá las reglas básicas y la forma de interactuar con ellos y mejorará su relación con la gente.
- Vínculo: aunque sea por poco tiempo al día, el jugar con nuestro doberman o practicar trucos con él reforzará el vínculo que nos une a ellos, resultando en una relación estrecha y sana basada en la diversión.
- También nuestra mejora nuestra salud: ¿qué mejor manera de aliviar el estrés y practicar ejercicio que en compañía de nuestro mejor amigo?
No hay que olvidar que debemos jugar de forma correcta. Somos nosotros quienes debemos decidir el momento del juego y quienes establezcamos las reglas. No olvidar el premiar o reforzar aquellos comportamientos que queramos que se reproduzcan. Esto ayuda a que nuestro doberman nos vea como un líder y evita que se sobreexcite o pierda el control mientras juega, exhibiendo conductas inadecuadas.
Es bueno para él cambiar de juegos para mantener su mente alerta. Cuando lo haga bien, podemos premiarle con golosinas, su juguete favorito o elogios. Siempre iremos poco a poco y estaremos seguros de que comprende bien todas las normas antes de pasar a la siguiente fase o a un nuevo juego. También debemos ser nosotros quienes pongamos fin al momento del juego, no nuestro doberman.